Review: Green Day – Revolution Radio. «Es hora de mover el dial»

revolutionradio-800x800Artista: Green Day

Álbum: «Revolution Radio»

Lanzamiento: 7 de Octubre del 2016

País: EEUU

Duración: 44 minutos

Discográfica:  Reprise Records

Género: Punk Rock, Pop Punk, Rock alternativo.

Este año ha estado marcado especialmente por el regreso de grupos que estuvieron mucho tiempo callados, algunos trayendo trabajos no muy destacables, y otros volviendo de manera triunfal. Dentro de esto llega Green Day. Hace ya más de diez años dominaron el mundo por segunda vez con su aclamado «American Idiot», adorado por la crítica y los fans, el trío californiano tenía el mundo a sus pies, sin embargo lo último que supimos de ellos fue una trilogía de discos publicados el 2012, que si bien en lo personal no encuentro que sean malos, su mayor pecado fue ser demasiado olvidables, en tres discos había pocos temas que realmente trascendieron como otros clásicos de antaño de la banda, estos trabajos fueron seguidos de problemas internos en el grupo, enfermedades a familiares y el alcoholismo del líder Billie Joe Armstrong, el panorama no se veía como el mejor.

Así es como ahora, después de cuatro años de silencio, llega «Revolution Radio», un álbum que apuesta por la crítica social y política, dado el contexto en que Estados Unidos se encuentra, entre tiroteos, control de armas, terrorismo, racismo y crisis económicas, este disco se plantea a sí mismo como un grito de protesta.

Desde el primer momento las líricas de Armstrong, compositor de la banda, se posicionan como punto fuerte, «Somewhere Now» abre el disco y si bien musicalmente no es un hit potente, dice lo que necesita y se mete con fuerza entre guitarras distorsionadas. Luego viene el primer adelanto que conocimos de este disco: «Bang Bang», siendo honesto, la primera vez que escuché la canción no me llamó mucho la atención, pero luego de darle una vueltas termina metiéndose en tu piel, el tema está hablado desde el punto de vista de una persona que decide hacer un tiroteo en masa, y en general hace referencia a como esto es percibido por la sociedad del entretenimiento en que Estados Unidos está inmersa, como estos sucesos llegan a ser casi un espectáculo no solo para quienes los perpetran, sino que también para los que lo observan.

En seguida suena la canción que le da nombre al álbum: «Revolution Radio», un riff pujante es su columna vertebral y un coro que no necesita brillar por originalidad, ya que logra venderse de todas formas con fuerza y las ganas de hacer las cosas sencillas y claras. De solo escucharla me dan ganas de estar en un concierto saltando y bailando al ritmo de la batería, el bajo y la guitarra, su fórmula es hipnotizante y recuerda a los mejores momentos de la banda.

En «Say Goodbye» veo la primera gran sorpresa, ya que no habiendo sido adelantada antes, se volvió automáticamente de mis favoritas del disco, un verso firme que da paso a un coro energético, una crítica a la violencia y presencia del ejercito en lugares civiles, la letra no apela a metáforas facilistas, solo un grito de protesta.

Sigue «Outlaws» que ya dejando la crítica de lado, hace referencia a la nostalgia a la juventud, Armstrong admitió que la escribió pensando en los primeros años de Green Day e incluso expresó que la siente como una secuela a la canción «Christie Road» de su segundo disco. El tema no es especialmente destacable, hace un juego entre un verso suave y un coro potente, en efecto hace recuerdo a trabajos más antiguos de la banda, y quizás por eso se siente menos original. En «Bouncing Off the Walls» vemos también un poco de un Green Day más joven.

Escuchando «Still Breathing» es notable que llegamos a uno de los puntos más personales del disco, quizá muy pop para lo que algunos están acostumbrados, creo que hay un buen equilibrio entre sentimentalismo y energía, tiene intenciones de ser mejor de lo que es, ya que no se eleva tan alto como otros momentos de la banda, pero la honestidad lírica de Armstrong se aprecia.

Hay una apelación más grande a los primeros trabajos de la banda en «Youngblood» y «Too Dumb to Die», sin embargo, la primera canción peca de ser completamente olvidable, siendo un tema de amor dedicada a la esposa del vocalista, trata de ser una nueva «She’s a Rebel», pero termina no siendo tan satisfactoria, se siente en extremo plana. La segunda es un mejor producto, de hecho si no fuera porque sé que estoy escuchando un nuevo disco, perfectamente podría pensar que pertenece al «Nimrod.» o incluso al «Insomniac», el inicio es un poco extraño, pero a medida que toma lugar en su verso y coro es un clara apelación a aquellos días.

Si bien Green Day no son una banda que se haya posicionado por hacer grandes obras musicales, acá hay un buen trabajo de instrumentalización, siendo un disco producido por el mismo grupo, se llegó a un buen sonido, el batería Tré Cool aporta con buenos ritmos, entre progresiones simples, se da a sí mismo momentos para demostrar sus capacidades, el bajista Mike Dirnt en su mayoría sigue la misma línea que se ha dado en los últimos 40 años en el punk rock, pero al igual que el baterista, se da el lujo de aportar con algo más que simplemente «seguir a la guitarra».

No puedo dejar de destacar que Armstrong como vocalista sigue manteniéndose, su voz ha cambiado con el tiempo, pero eso no le da excusa para bajar su calidad vocal, no llega a grandes espectros, pero conociendo sus capacidades las hace explotar al máximo, al mismo tiempo Dirnt como siempre aporta muy bien con las voces secundarias, su afinación con el guitarrista da como resultado buenas armonías, algo a lo que generalmente no se le da mucho crédito, a pesar que en toda su carrera ha dado buena nota con su voz.

Ya llegando casi al final del álbum en «Troubled Times» veo un probable éxito de saber aprovecharse, el coro es muy pegajoso y la guitarra sabe expresarse bien, volviendo a las letras de protesta, me gusta lo motivada que suena la canción, me dan ganas de tocarla y mover a las masas mientras la interpreto, adoraría tener la oportunidad de presenciarla en vivo. «Forever Now», sigue la línea que la banda ha adoptado desde hace tiempo, incluyendo un tema muy largo en el álbum, en este caso de casi siete minutos, no es particularmente destacable, pero mezclándose con «Somewhere Now» hacen un buen conjunto, tiene buenos momentos que entre los fans pueden saber apreciarse mejor.

El álbum cierra con uno de los canciones más dulces de la banda en muchísimo tiempo: «Ordinary World», olvídate de los efectos distorsionados, las baterías potentes, solo Billie Joe junto a su guitarra y su voz, perfecto para cerrar este disco, un broche de oro que no busca convencerte que son la mejor banda que hayas escuchado, más bien sólo abrir el corazón de su compositor a quien quiera verlo.

En general no tengo muchas cosas malas que mencionar, creo que el álbum no destacará en el contexto contemporáneo, ya que en realidad no se arriesga demasiado, pero no pretende cambiar las reglas del juego, solo usarlas a su favor, a diferencia de otros trabajos que he escuchado este año, o de la trilogía que precedió a este disco, creo que hay mucho material que no pasará al olvido, aunque necesite la debida atención ya que a excepción de un par de temas, no hay una apuesta radial.

Green Day ha vuelto con un trabajo firme y conciso, sabe lo que es, sabe lo que quiere, tiene todas las intenciones de hacer una revolución y no se anda con rodeos, los fans se encontrarán satisfechos, y aquellos que le den una oportunidad podrán encontrarse encantados con este trabajo, sea como sea, es hora de mover el dial, porque esta es una frecuencia que querrás escuchar.

Especial Atención A: «Bang Bang», «Revolution Radio», «Say Goodbye», «Ordinary World».

Nota: 8/10

Tracklist:

  1. Somewhere Now – 4:09
  2. Bang Bang – 3:25
  3. Revolution Radio – 3:01
  4. Say Goodbye – 3:39
  5. Outlaws – 5:02
  6. Bouncing Off the Wall – 2:40
  7. Still Breathing – 3:45
  8. Youngblood – 2:33
  9. Too Dumb to Die – 3:24
  10. Troubled Times – 3:05
  11. Forever Now – 6:52
  12. Ordinary World – 3:03

Cristóbal Sepúlveda Cobo

Reseñador de música, cine y televisión y pseudo-crítico, hipster de día, esnob de noche.

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