[Opinión] Yo no vengo solo a estudiar
Por Santiago Oliva Peirano.
Bajo el contexto del paro y también durante clases se tiende a escuchar el argumento “Yo vengo a estudiar a la universidad, así que no me molesten”. El cual encuentro preocupante no solo para quién la dice, sino porque muchos de los integrantes de nuestra facultad viven este concepto a pesar de no estar de acuerdo.
Le propongo al lector un pequeño experimento, pregúntele a un amigo en periodo de clases sobre cómo le ha ido en la vida. La respuesta más normal es que comience a relatar el cómo le ha ido en los ramos y las notas que ha tenido. Justamente, el concepto de transformar los quehaceres de la vida a las notas que obtienes es el daño de la consigna y cómo se representa.
Haciendo un poco de matemática, pasamos alrededor de 10 horas en la universidad, además en promedio nos demoramos una hora de viaje. Es decir, le dedicamos 12 horas diarias sólo a la universidad, más de la mitad de las horas que pasamos despiertos y será así durante al menos 6 años.
Es por esto que no vengo solo a estudiar a la universidad, no quiero que seis años de mi vida, en los cuales soy jóven y con ideas, sean dedicados solamente a estudiar. Es necesario desarrollarnos como personas plenas que somos y buscar distintos elementos que nos hacen plenos. Cuando decides tocar en una banda, tomar fotos, jugar cartas estás dando un tiempo para desarrollarte como persona. Y lo más importante de esto es que cuando haces eso también construyes universidad. Una universidad no son solo las salas, sino que todos los eventos que ocurren alrededor de ellas. La universidad es viva y cambia cada día por los actos que hacemos.
Es por esto que no vengo solo a estudiar, sino que también vengo a construir universidad para poder desarrollarnos como seres completos en el futuro nuestro y de nuestro país.
