Rockout 2016: Una paliza de Rock
Es día domingo y ya después de haber pasado por una jornada de cansancio y sudor me decido a escribir una nueva anecdótica aventura que toma lugar en un festival, esta vez del Rockout, el cual emprendió su segunda edición con dicho nombre el día sábado 3 de septiembre, y tal como dice su nombre, fue una jornada de rock sucio y distorsionado.
Llegué al recinto a eso de las 15:15, mi primera parada era el grupo punk «Anti-Flag», y ellos tocaban a las 15:30, así que arribé en el lugar al tiempo justo, el festival a diferencia de otros que han tenido lugar en el país, no tuvo lugar en un espacio abierto, sino que, en el Estadio Santa Laura, esto dio más limitaciones de espacio, pero en vista que tampoco eran tantos grupos, no creo que pueda considerarse una falta.
No sé cuanta gente habrá habido, pero me fue muy fácil ingresar al frente (mi entrada era de cancha general + galería), el estadio lo habían dividido en dos escenarios, uno al lado del otro, mientras uno esperaba por la banda en uno de ellos, podía escuchar a la que estaba en el otro de forma perfecta, por lo que mientras esperaba al grupo deseaba ver escuché a los chilenos de All Tomorrows un rato.
Anti-Flag

La primera banda que fui a ver fueron los estadounidenses de Anti-Flag, un grupo de punk rock que pisaba por segunda vez tierra nacional para dar lo mejor de sí. Partieron con un tema de su nuevo disco «Fabled World», para automáticamente dar paso a una de sus canciones más conocidas: «The Press Corpse», ya con eso la gente estaba vuelta loca, mosh pits a montones, personas saltando como desquiciadas, era una masa de fanáticos del sonido potente de la banda. Con «Fuck Police Brutallity» dieron broche a lo que sería un espectáculo al más puro estilo punk.
Destaqué automáticamente al bajista Chris Barker que además era vocalista en algunas canciones, me llamó la atención que no siendo la voz principal, durante toda la presentación tuvo el liderazgo, fue un excelente frontman, supo manejar muy bien al público y hacer muy entretenido el show. El vocalista y guitarrista Justin Sane también dio lo suyo, el resto del grupo no brilló en términos de dar un espectáculo, pero musicalmente sonaron como cañón.
Si bien me gusta la música de los Anti-Flag, no diría que soy un fanático, sin embargo, supieron mover a la gente de manera que fue entretenimiento constante, incluso los temas que no conocía los salté y disfruté mucho.
En «Turncoat» hicieron que todos cantáramos junto a ellos y en «All of the Poison, All of the Pain» en un momento todos nos arrodillamos y a la cuenta de «1, 2, 3, 4» saltamos y desplegamos la energía que el grupo nos pedía.
Tocaron uno de mis temas favoritos «This Is the End (for You My Friend)» y debo decir que disfruté demasiado al grupo, la gente apañó caleta, me metí en muchos de los mosh que se formaron, y me llamó la atención que el grupo fue lo suficientemente preocupado de decir «si alguien se cae, recojanlo», en general, además de las inherentes letras de crítica social, entre temas dieron mensajes sobre igualdad y respeto, lo cual para una música que tiene a relacionarse con la violencia y el desorden, se aprecia mucho.
Casi terminando tocaron «Should I Stay or Should I Go», cover de The Clash que en su estilo más pesado que el de los ingleses movieron a muchos, para finalmente terminar con otra de sus canciones más reconocibles «Die for Your Government», en donde en el último coro el bajista y el baterista bajaron a la cancha en donde todos los rodeamos para ser partícipes del show.
La verdad me sorprendió muchísimo Anti-Flag, no esperaba pasarlo tan bien, musicalmente y como espectáculo, fueron geniales, fue la primera banda que vi y ya estaba muy cansado.
Faltaba una hora para la próxima banda que quería ver, así que mientras Hellyeah tocaban en el escenario de al lado, me senté a la sombra al lado de la cancha para esperar y descansar un poco las piernas.
Dead Kennedys

Mi siguiente parada fueron los legendarios Dead Kennedys, que tocaron a las 17:30, sé lo que muchos van a decir «ya no es lo mismo sin Jello Biafra», líder y compositor principal de la banda, y saben qué, tienen razón, en general no me gusta cuando una banda continua sin el que fue núcleo del grupo, pero en este caso, sea como sea, creo que la banda dio el ancho al nombre que los antecede.
La nueva voz del grupo Skip Greer, podrá ser cualquier cosa, pero mal frontman no es, todos los integrantes bordean los 60 años, pero de alguna forma logran transmitir un espíritu de juventud en el escenario, en especial el bajista Klaus Flouride, que disfruta de tocar como si fuera la primera vez que lo hiciera.
La banda partió con «Forward to Death» y «Winnebago Warrior» y ya con eso tuvieron una gran respuesta del público que no dio tregua en la hora de presentación que duró Dead Kennedys, entre moshs, saltos y que Skip se bajara del escenario para hacer cantar al público (de lo cual destacó a un roadie que lo tuvo que ayudar muchas veces a subir de vuelta) la presentación fue muy entretenida, incluso hubo tiempo para un cover de «Viva las Vegas» del Rey.
Ya finalizando tiraron sus más clásicos «Nazi Punks Fuckk Off», la cual fue introducida por el baterista que aprovechó la ocasión para atacar el racismo, «California Über Alles» y «Holidays in Cambodia». Si bien no vi a los estadounidenses con intención de saltar mucho, fue inevitable dado el momento, era imposible estar quieto con el grupo sobre el escenario.
Como banda sonaron muy bien, con alta distorsión y ganas de dar lo mejor, algunos podrán llamarlos una banda tributo de lo que fue Dead Kennedys, pero de ser así, son la mejor versión de lo que podrían ser.
Terminada la presentación tocó Meshuggah en el otro escenario, pero como no los conocía y luego de ellos venía el grupo que me motivó a ir al festival, decidí descansar sentado, lo cual fue bastante aburrido, pues en pos de ahorrar la batería del celular, tuve que esperar una hora y media sin nada más que hacer que escuchar al grupo. Ahora, como no los conocía, no los pesqué demasiado, así que no sabría definir una reacción hacia su música particularmente.
The Offspring

Llegó el momento, si bien me gustan todas las bandas que fui a ver, aquella por la que decisivamente compré la entrada fue por los Offspring, un grupo que en su momento fue de mis favoritos y que si bien ya no los adoro tanto como antes, de todas formas me gustan mucho, habían venido el 2013 y en ese momento no los pude ver por falta de moneditas, pero ahora era el momento perfecto, de hecho a pocos minutos que partieran empezó a sonar «Undone – The Sweater Song» de Weezer, y mientras el tema terminaba me comencé a emocionar porque sabía que vendrían ellos.
El grupo partió con «You’re Gonna Go Far, Kid» y desde ese instante la gente anduvo vuelta loca, en serio, no me acuerdo la última vez que estuviera en un público que se moviera de tal forma que costara incluso respirar, al cabo de segundos estaba bañado en sudor, que en gran parte no era el mío.
The Offspring podrán no ser lo que solían, pero sus temas siguen sonando como hits, en «All I Want» e incluso en uno no tan conocido como «The Noose» la gente saltó y cantó con toda el alma, y me incluyo en eso, ya en los primeros temas me encontré sin voz, cantando a puros gallitos. Los clásicos como «Come Out and Play» y «Original Prankster» evitaron que pudiera descansar pues cada segundo era un valioso momento de disfrutar de esos temas.
La masa recién se vino a calmar con la canción más nueva de la banda «Coming for You», después tocaron un par de canciones que por un lado agradecí mucho por ser temas no tan reconocibles «What Happened to You», «Staring at the Sun» y «Mota», pero además me sorprendieron porque la gente igual las cantó y bailó, se notaba que el público consistía en gente que de verdad le gustaba la banda, esto lo valoré demasiado, pues nada es más aburrido que disfrutar de un tema que te encanta y que la gente solo se quede mirando.
La banda sonó bien en general, la voz de Dexter Holland está un poco desgastada, pero logró dar el ancho durante la presentación, su química con el guitarra Noodles permitió que entre los dos mantuvieran un buen espectáculo, el resto del grupo no figuró tanto, y no pude evitar notar la pinta de papás la banda en general, pero mientras suenen bien da lo mismo.
Le dieron especial atención a los discos «Smash» y «Americana», mis dos favoritos particularmente, tocando temas como «Bad Habit», «Gotta Get Away», «Why Don’t You Get a Job?» y «Americana», también le dieron lugar a un par de canciones de los otros como «Want You Bad» y «(Can’t Get My) Head Around You».
Finalizaron con sus temones indiscutibles, primero «Pretty Fly (for a White Guy)», que por mucho tiempo fue mi canción favorita de la vida, que fue seguida por «The Kids Aren’t Alright» y «Self Esteem», con las que di mis últimas energías pues estaba consciente que estas serían las últimas canciones.
En general la presentación fue excelente, lo pasé increíble y disfruté con muchas de mis canciones favoritas, sin embargo, algo negativo del show, fue su duración, le habían dado a la banda una hora y media para tocar, y solo tocaron una hora y diez minutos, quizá piensen que es mucho color por 20 minutos, pero en ese tiempo pudieron tocar como cuatro o cinco canciones que se hubiera apreciado muchísimo, sin considerar que poco más de una hora no es una presentación que le haga justicia a una banda del tamaño de The Offspring, en ese sentido me fui muy decepcionado, hubiera apreciado un par más de temas de sus últimos discos, o de los dos primeros, y por último podría justificarlo si no les hubiera dado el tiempo, pero dado el caso, me fui con un ligera mal sabor de boca que no esperé encontrar.
Rammstein

Dada la cantidad de gente que fue al festival solo a ver a Rammstein, sumado con que la última presentación del segundo escenario había terminado, del lado en que iban a tocar los alemanes estaba repleto, yo cansado, decidí irme a galería, en donde busqué un lugar en lo alto y disfruté de la banda en una posición bastante cómoda.
Comenzaron con una canción que han estado estrenando recientemente en vivo «Ramm 4», el inicio fue brutal, cargado de fuegos artificiales y de una espectacular puesta en escena, supe desde el momento en que los músicos aparecieron en pantalla que estaba por ver algo gigante.
Le siguieron canciones como «Reise, Raise» y «Keine Lust», con las que la desde mi posición pude notar que la gente se movía en la cancha como una gran masa siguiendo el ritmo, con «Feuer Frei!» que es de mis canciones favoritas de los alemanes no pude evitar también saltar desde las gradas, en lo cual mucha gente también estaba en lo mismo.
Como show, Rammstein es uno de los mejores que he visto en mi vida, ponen la industria en el metal industrial, su puesta en escena es increíble, el vocalista Till Lindemann es un frontman genial, sabe guiar el show y moverse de forma que no te aburras nunca de verlo, incluso cuando no canta y los instrumentos hacen el trabajo baila y hace que lo sigamos en todo momento. También destaco muchísimo al tecladista Flake Lorenz que interpretando un instrumento que en general no da para dar mucho espectáculo, aprovechó cada segundo en que no tocaba para bailar y moverse en el escenario, fue muy divertido de ver, incluso cuando tocaba se movía mientras lo hacía, fue una sorpresa muy agradable, destaco mucho su moonwalking.
Los clásicos del debut del grupo «Seemann» y «Du Riechst So Gut» lograron cautivar al público, e incluso la única canción que interpretaron de su última producción «Ich Tu Dir Weh» puso a todos a saltar y cantar, verlo desde lejos me hizo incluso añorar estar entre la multitud.
Ya casi finalizando interpretaron «Links 2 3 4» e «Ich Will», siendo la última también de mis preferidas, para esta canción sí decidí bajar a la cancha un rato para saltar junto al resto.
La presentación también tuvo una marcada presencia de pirotecnia, no solo porque a cada rato lanzaran fuegos artificiales, sino que además no hubo canción que no contara con un tipo de luz brillante que explotara en nuestros rostros. Importante presencia tuvieron los lanzallamas, temí incluso por la vida del grupo, ya que al bajar incluso a una distancia considerable sentí el calor del fuego, así que me imaginé que arriba del escenario se debió desatar el infierno, fue un show increíble para la vista en ese sentido, muchas luces brillantes y gran uso y juego de ellas, de repente explotaron cosas que no me imaginé que podían hacerlo, el uso de utilería fue asombroso.
Antes del encore interpretaron su canción más conocida «Du Hast» con la que todos los espectadores cantamos al unísono y dando lo que pudimos con nuestras gastadas voces, para seguir con «Stripped», cover de Depeche Mode que en vivo sonó como una bomba.
Me gustaría decir que me quedé para escuchar el resto de las canciones y la gran «Te Quiero Puta!», su único tema en español y que estas alturas es un ícono de sus giras en latinoamérica, pero como adulto responsable, me fui en el encore para alcanzar a llegar al metro y así poder regresar sano y salvo a mi casa. El tiempo me dirá si tomé la decisión correcta.
No es mucho lo que puedo decir a estas alturas del festival que no haya dicho ya, sonó muy bien, en aspectos técnicos no hubo nada malo, fue básicamente un concierto muy largo, los turnos entre escenarios funcionaron bien y los grupos que vi dieron muy buenos shows.
Cansado y afónico, este festival me dio una paliza de rock puro, pesado, potente y distorsionado, en mis oídos hay un pito que es el mayor recuerdo que tengo de esta experiencia alucinante y entretenida, entre huesos cansados y un mal olor a mi sudor junto al de la gente que tuve a mi alrededor, si el rock está muerto, el fantasma sí que sabe cómo sonar.
Nota: no llevé mi cámara a este festival, así que las fotos son de menor calidad en que en notas pasadas, lamento lo pixelado.