Antología Review: Ghost in the Shell. «Siendo muy desafiante, es una obra maestra definitiva»
Título Original: «Kōkaku Kidōtai»
Duración: 1 hora 23 minutos
Año: 1995
Director: Mamoru Oshii
Reparto: Atsuko Tanaka, Akio Ôtsuka, Kôichi Yamadera, Yutaka Nakano.
Productora: Production I.G
Género: Ciencia Ficción, Thriller, Cyber-Punk.
Clasificación: R
Nota: Las reviews de cine NO CONTIENEN SPOILERS.
La animación japonesa ha sido proveedora de múltiples clásicos que han trascendido la barrera de la animación para ser consideradas verdaderas obras de arte. Por allí por los noventa cuando el mercado nipón aún buscaba un lugar en occidente, uno de los filmes que ayudó a cimentar el lugar de este cine fue «Ghost in the Shell», una cinta de ciencia ficción que si bien no triunfó en la taquilla en su momento (lo que le dio su estatus de culto), logró ser tremendamente influyente y casi que un hito en la historia del anime. Ahora, 20 años después, estamos a días del estreno un remake de la misma cinta, y gracias a un re-estreno remasterizado en salas chilenas, tuve la oportunidad de verla, lo que además de servir de ante-sala para dicho filme, es una oportunidad de hablar de esta fantástica película.
En el año 2029, la combinación de hombres y robots se ha vuelto posible, y cada vez más común, en donde muchas personas han cambiado partes de su cuerpo (o este completamente) por partes robóticas, conservando siempre su consciencia, lo que lleva a que el terrorismo cibernético se haya convertido en la principal amenaza de las grandes potencias. Dentro de esto aparece un ciber-terrorista llamado el «Puppet Master» (Titiritero, en español), el cual se adentra en la consciencia de la gente y la controla a su voluntad causando muchos problemas, por esto la Mayor Kusanagi (Atsuko Tanaka), una agente del Sector 9, se encargará junto a sus compañeros de investigar el caso y detenerlo.
Es notable que más de 20 años después de su estreno, este filme siga viéndose magnífico, la animación es espectacular, se ha mantenido muy bien con el tiempo y no ha envejecido casi nada. La forma en que las escenas de acción son constituidas es tan real y fluida que se siente como si no fuera animada, al mismo tiempo los paisajes son hechos con un nivel de detalle que es imposible no admirar. Hoy en día hay un sobre-uso de técnicas digitales para animar (lo cual no es necesariamente malo), pero viendo esta película en el cine, debo decir que la animación hecha-a-mano, en este caso al menos, es algo que en sí mismo debería considerarse como arte por su gran belleza.
Uno de los puntos más comentados de este filme, es el planteamiento filosófico que genera, sin entrar en spoilers, esta no es la clase de película en que entiendas absolutamente todo lo que viste una vez termine, porque de hecho, hay muchas cosas que simplemente se dejan sin respuesta, pero en ese sentido abre la puerta a replantearse muchas de las secuencias y narraciones que tuvieron lugar en la cinta.
El principal punto del filme, es el cuestionar que es lo que nos hace humanos, la Mayor Kusanagi ha sido desprendida completamente de su cuerpo solo conservando su consciencia (de ahí el nombre del filme «Ghost in the Shell», cuya traducción sería «El Espíritu en la Máquina»), y esto la lleva a plantearse dudas sobre si realmente sigue siendo humana, si solo basta con ser consciente, o si su cuerpo la ha hecho ser más un robot que una persona.
Hay una secuencia en que ella bucea, y a pesar de que su compañero Batou cuestiona esta actividad (ya que al ser una cyborg podría hundirse y morir), ella responde que haciéndola puede sentir cosas como «miedo, soledad y a veces esperanza», lo cual es una muestra que ella en su personalidad se siente alejada de este tipo de emociones y que es en estas cosas en donde puede encontrar vestigios de su «yo humana».
Esto se intensifica con la llegada del Puppet Master el cual implanta recuerdo falsos en la gente, lo que cuestiona la función de la memoria, y plantea en Kunasagi el debatir su propio «yo», ya que si la consciencia de cada uno está basada en los recuerdos, si nuestra individualidad se basa en la memoria de nosotros mismos, ¿qué ocurre cuando esta es falsa? ¿qué somos si nuestra propia concepción no es más que el implante de alguien más.
El resto de los personajes también nos abren una arista sobre la visión que tienen de este campo, Batou no es completamente robótico, sino que solo ha remplazado algunas partes, y por esto él aún se siente más humano que la Mayor, mostrando una actitud que no oculta sentir ira o miedo. Por otro lado Tosuga al no poseer partes robóticas, tiene problemas entendiendo la idea de la consciencia en robots, mostrándose al principio reacio a la posibilidad que «un muñeco pueda tener alma».
La narración se toma su tiempo y puede sentirse algo lenta, pero siendo honesto, para los 80 minutos que dura el filme, no me di cuenta cuando ya estaba llegando al final, la dirección de Mamoru Oshii permite que esta película sea más que un viaje de acción y batallas de cyborgs, agregando en el suspenso toda la filosofía detrás de este universo, que no es alejado de lo que nosotros mismos en el presente podemos sentir sobre la consciencia y la idea de un «alma».
No es la clase de película que desborda acción, pero cuando existe, es violenta y concisa, no se busca rebajar el nivel y en ese sentido se siente más madura aún, sin caer en lo morboso tampoco. Las batallas son fluidas y entretenidas, además de poseer el valor dramático que cargan sus personajes que elevan su valor sobre el mero hecho de divertir.
Se nota la influencia en «Ghost in the Shell» de película como «Blade Runner» y «Alien» (ambas de Ridley Scott), tanto en su forma de presentar el suspenso, como de abordar la Inteligencia Artificial, y desarrollar preguntas sobre esta temática. Al mismo tiempo este filme fue muy influyente en siguientes entregas de ciencia ficción, siendo la más notoria la franquicia de «Matrix», que toma desde la presentación estética hasta ideas como el conectar la consciencia a una red.
Llegando al final, el encuentro del Puppet Master con Kunasagi abre muchas preguntas que es necesario analizar para poder responder ya que «Ghost in the Shell« no toma el camino fácil al entregarnos en bandeja de plata toda la información que necesitamos saber, sino que nos entrega un puzzle incompleto y deja en nuestras manos la posibilidad de completarlo con lo que acabamos de ver. Puede sentirse como una película confusa, pero es la clase de cintas que te dan ganas de volver a ver solo para poder entenderla más y más, en ese sentido entrega una de las sensaciones más enriquecedoras.
Como mencioné, este filme es lento, y gran parte de su narrativa la dedica a estos dilemas humanos, por lo que no es una parada recomendable si solo buscas algo para pasar el rato, es un clásico que es necesario ver si eres fanático de ya sea la ciencia ficción, la animación, el país nipón, o solo el excelente cine. Es un filme intrigante, estéticamente sórdido, y siendo muy desafiante, es una obra maestra definitiva.
Nota: 10/10, Sello de Perfección.
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