Review: Trainspotting 2. «Cuando la nostalgia se vuelve amarga»
Título Original: «T2 Trainspotting»
Duración: 1 hora 57 minutos
Estreno en Chile: 9 de Marzo del 2017
Director: Danny Boyle
Reparto: Ewan McGregor, Ewen Bremner, Jonny Lee Miller, Robert Carlyle.
Productora: TriStar Productions.
Género: Drama, Comedia.
Clasificación: 18
Nota: Esta review no contiene spoilers de esta película, pero sí tiene spoilers de la primera ‘Trainspotting’.
Poco más de 20 años han pasado desde que Danny Boyle dirigió lo que fuera su segundo filme y uno de sus más reconocidos a la fecha: «Trainspotting», una película que seguía las desventuras de un grupo de adictos a la heroína y que lograba ser tan potente como entretenida. Durante mucho tiempo se especuló la idea de una secuela, más aún considerando que la primera cinta estaba basada en un libro del mismo nombre y que dicho libro poseía en sí una continuación llamada «Porno», sin embargo la historia de las segundas partes tiende a no ser amable, y considerando el culto que se formó en torno al filme inglés, esta película tuvo unos grandes zapatos que llenar.
Mark Renton (Ewan McGregor) es un ex-adicto que luego de estafar a sus amigos robando 16.000 libras que habían conseguido de una venta de droga, siguió su camino alejado de la heroína. Mientras tanto sus ahora ex-amigos Spud (Ewen Bremner), Simon (Jonny Lee Miller) y Begbie (Robert Carlyle) siguen un estado de inestabilidad, y el regreso de Renton a la ciudad abrirá heridas y conflictos entre ellos.
Cuando una secuela es confirmada, lo primero que la gente se pregunta es «¿por qué?», y acá no fue ninguna excepción. Las segundas partes siempre corren el riesgo de arruinar una buena película solitaria, sin embargo, siempre he sentido que «Trainspotting» es la clase de filme que se abre directamente a la posibilidad de seguir su argumento, es decir, la primera termina casi de forma abierta, dejando a los personajes a la deriva con sus vidas luego de la traición de Renton, y poder contar qué pasó con estas personas en esos 20 años se abre para una buena y atrayente historia.
Una diferencia notoria entre ambos filmes es su tono, mientras que la original es mayoritariamente una comedia con toques dramáticos, esta toma un rumbo mucho más serio, especialmente llegando al final. Esto no quiere decir que no haya escenas cómicas, porque sí las hay, y bastantes de hecho, pero es visible que la columna del filme es mucho más adulta, al tratar de abordar el punto de vista de estos demacrados personajes.
Los personajes ya no son lo que solían ser, se han vuelto patéticos y tristes (en un buen sentido narrativo), lo que ocurre en sus vidas es el corte definitivo que expresa las consecuencias del consumo de drogas, y en general del desapego y poca motivación que existe en la juventud. Hay una crítica constante a la idea de que estas personas «arruinaron sus vidas», y logra ser efectivo, ya que al haber conocido en sus buenos años, da para un potente mensaje al compararlos con sus arruinadas versiones actuales.
Renton trata de hacer las cosas bien, pero sus demonios pasados lo empujan constantemente a seguir fracasando y los conflictos que posee con sus antiguos amigos es lo que mantiene el argumento del filme vivo. Ewan McGregor sigue siendo este quebrado personaje y es como si nunca lo hubiera soltado, es exactamente lo que esperaba cuando me imaginaba a Mark con dos décadas encima.
El resto del elenco sigue increíble, como si el rodaje hubiera comenzado apenas terminó la primera, mantienen la química y los roces del filme original, sus vínculos construyen la película y la hacen muy entretenida. Más aún, durante la cinta estos mismo van madurando, si bien han pasado 20 años en lo que han habido muchos cambios, estas nuevas experiencias los hacen cambiar en cierta forma y es satisfactorio verlos hacer esas reflexiones.
Danny Boyle sabe como manejar esta historia y a estas personas, tiene una mano que es constante en su filmografía, y a pesar de que cambia constantemente de estilo (recordemos que además de «Trainspotting», ha dirigido filmes como «28 Días Despues…» y «¿Quién Quiere Ser Millonario?») sabe como adecuarse al género y seguir contante las cosas de forma dinámica. Su forma de abordar la comedia hace que cada una de estas escenas se aproveche al máximo, el uso de los silencios, del contraste de planos, su manejo de la cámara es impecable en ese sentido.
Lamentablemente, lo más conflictivo de «T2» es su constante apego a su predecesora. Esta película depende tanto de la original, que es casi imposible disfrutarla sin haber vivido el primer filme, esto puede parecer obvio para cualquier secuela, pero el tema es que esta cinta está constantemente recordando a su predecesora, ya sea mediante referencias directas, o con detalles de fan-service.
Cuando las secuelas dependen tanto de sus productos original, es fácil desmoronarse, ya que no se sienten como experiencias nuevas, y tampoco se sienten confiadas, como si el filme no creyera en sí mismo lo suficiente y pensara que si no recuerda paulatinamente a una mejor cinta, entonces la gente la odiará.
Sin embargo, debo admitir que «Trainspotting 2» da un buen vuelco con su uso de la nostalgia, este filme sabe que nunca será el clásico que su predecesor es, pero esa no es su intención, sino más bien todo lo contrario, recordar lo pasado, pero con amargura, recreando escenas icónicas por ejemplo, pero ahora desde un punto de vista irónico y casi triste. A la mitad de la película Renton vuelve a recitar una versión re-adaptada del clásico «Choose life», pero ahora con pena, con dolor, y debo aplaudir este giro que hicieron a una de otra forma muy mala forma de hacer una secuela.
Lo que sí me desagradó fue que referenciaran escenas descaradamente y sin contexto, o que introdujeran personajes de la primera cinta sin ninguna conexión con esta historia solo para decir «eh miren, se acuerdan de esto». Cuando no logran justificar la nostalgia es cuando menos se siente como una película, y más como un trailer largo de la anterior.
Durante el filme hay un constante no-uso de «Lust for Life» de Iggy Pop (canción insigne de la primera entrega), y me gustó mucho este detalle, en muchos momentos se está a punto de poner la canción, pero se evita, o se pone otra versión, como una forma de demostar que estos personajes han abandonado esa glamorosa vida de adicción y lujuria.
Esta cinta no busca reinventar una franquicia, sino que darnos un vistazo a la triste realidad que viven estos personajes, y en ese sentido, podría asegurar que los fanáticos de «Trainspotting» se sentirán satisfechos, pero si te desagradó la original, es casi seguro que odiarás esta, más aún, si ni siquiera has visto la primera, ni te molestes es darle una oportunidad a esta secuela porque no hay nada para ti aquí. «T2» es cuando la nostalgia se pone amarga y descubres que esos buenos viejos tiempos, no eran ni remotamente tan buenos.
Lo mejor:
- Elenco protagonista
- Dirección de Danny Boyle
Lo peor:
- Muy apegada a su antecesora
- Fan-service innecesario
Nota: 8/10, Sello de Calidad.
¿Qué clásico noventero creen que merece una secuela?