Review: Stranger Things – Segunda Temporada. «Enigmática y tenebrosa»
Título Original: «Stranger Things»
Capítulos: 9
Emisión: 27 de Octubre del 2017
Reparto: Winona Ryder, David Harbour, Finn Wolfhard, Millie Bobby Brown, Gaten Matarazzo, Caleb McLaughlin, Noah Schnapp, Sadie Sink, Natalie Dyer, Charlie Heaton, Joe Keery.
Productora: Netflix
Género: Ciencia Ficción, Drama, Suspenso.
Clasificación: 16+
Nota: Esta review NO CONTIENE SPOILERS DE LA SEGUNDA TEMPORADA, pero sí de la primera.
Durante el 2016 una de la series que se convirtieron en un verdadero fenómeno indudablemente fue «Stranger Things», una producción de Netflix que de la aparente nada apareció para conquistar los corazones de millones de personas alrededor del mundo. Ahora pasado más de un año y aprovechándose de las festividades de halloween, vuelve a aparecer el querido show para continuar las aventuras del cuarteto de niños principales de la primera temporada, y su contacto con el mundo sobrenatural y el otro lado.
Posterior a los eventos de la primera temporada, Mike (Finn Wolfhard), Dustin (Gaten Matarazzo), Lucas (Caleb McLaughlin) y Will (Noah Schnapp) siguen su vida como un grupo de perdedores y ñoños. El último, después de regresar de su desaparición en el Otro Lado (el Upside Down) todavía padece de secuelas de estancia allá, teniendo episodios de ese lugar los cuales lo atormentan enormemente. Cuando sus visiones pasen a ser más que solo eso, el grupo de jóvenes tendrá que una vez más resolver qué es lo que está pasando.
No quiero entrar en muchos detalles respecto al argumento, ya que como buen filme influenciado en las cintas de terror, hay un gran ingrediente en la sorpresa de la trama. La primera temporada marcaba su intriga en la desaparición de Will, por lo que una vez resuelto eso, quedaba la duda sobre qué es lo que motivaría a estos chicos a moverse de un lado a otro en esta emisión. La trama es enigmática, te tiene constantemente preguntando qué es lo que va a ocurrir a continuación y por lo mismo viendo un capítulo después de otro.
Todos los personajes vuelven a sus posiciones para ser tan deslumbrantes como siempre. No es un spoiler asegurar que Millie Bobby Brown regresa en su papel de Eleven considerando que está en toda la publicidad al respecto y que es un punto que se aclara desde el primer episodio. Su persona es profundizada con un arco paralelo a la historia principal que le otorgó mucha emoción. Hay un capítulo en particular que está completamente dedicado a ella que diría que es el más débil de toda la parrilla, no obstante, su importancia y consecuencia en el argumento es notable y abre muchas aristas sobre como continuará la serie en futuras emisiones. Todo el pasado que se muestra sobre ella y como se adentra en sus motivaciones es fantástico, confirmando al personaje como uno de los mejores realizados de la serie. Junto a esto, su relación con el jefe Jim Hopper (David Harbour) le permitió a este último volverse aún más humano de lo que el final de la primera temporada había reflejado, y el enlace que se formó entre los personajes se convirtió rápidamente en uno de los segmentos más cálidos del show.
Sobre el resto del elenco no hay mucho que pueda decir que no haya dicho de la primera temporada, ya que al repetir los roles la mayoría son igual de buenos que antes, con ligeras excepciones. A Steve (Joe Keery) se le otorga un nuevo arco y desarrollo, y no solo da para momentos muy entretenidos (que a este punto ya se ha convertido en un meme por sí solo), sino que además le da características a él como persona que lo elevan sobre el pseudo-villano que se había establecido en la primera temporada.
El elenco principal de niños son adorables y entretenidos. La relación entre Mike y Will es emotiva y poderosa, siendo al igual que en la emisión pasada un empuje a los protagonistas a intentar resolver la problemática principal. Will especialmente recibe un desarrollo muy especial, sin entrar en detalles, su persona queda mucho más desarrollada y se vuelve un elemento caótico en el argumento, teniendo al espectador constantemente preocupado por su bienestar dado su contacto con el Otro Lado. Sobre Lucas y Dustin no es mucho lo que puedo decir ya que completan el círculo del grupo como una pandilla de divertidos y adorables perdedores.
En las nuevas adiciones, Max (Sadie Sink) la niña nueva que llega a la ciudad, se introduce de forma orgánica al elenco, su personaje no es tan interesante en sí mismo, pero brinda una buena motivación para los protagonistas y no reduce en ningún sentido a la trama. Billy (Dacre Montgomery) entra como un antagonista humano, y hasta cierto punto es bastante temible. Siendo un hombre amenazando constantemente a un grupo de niños uno no entiende del todo sus motivaciones y llega a caer como algo psicótico, lo que tengo entendido que era el plan de los creadores del show. Al final de la serie se le otorga su propio aunque reducido desarrollo al personaje, y lo que llegamos a saber de él me dejó bastante conforme. Asimismo, se agregó a la fórmula al personaje de Bob (Sean Astin) como pareja de Joyce Byers (Winona Ryder), y aunque al principio se vio algo incómodo y forzado dentro de la narración, para el final de la historia logró conquistar el corazón de los espectadores. Bien ahí.
Por algún motivo a mucha gente le molestó en la temporada pasada el que el personaje de Winona Ryder estuviera tan estresada todo el tiempo, como si perder a un hijo en otra dimensión no fuera la gran cosa. No obstante, debo decir que me encantó su participación allí, y acá de nuevo la interpretación de Ryder fue deslumbrante, y gracias a su relación con sus hijos y Bob pudo seguir desarrollándose como persona en esta historia. Ya al final de la trama y con los sucesos que le van ocurriendo a Will su personaje tuvo que tomar más y más decisiones difíciles, creando segmentos muy emotivos y potentes sobre ella.
Como segunda parte, hay muchas cosas que son elevadas. Los efectos especiales son fantásticos para ser un programa de televisión. Los elementos de ciencia ficción y horror se sienten naturales dentro del universo y aumentan la mitología del mismo de forma sensacional. Una de mis quejas respecto a la primera temporada era la delgada línea que había entre el homenaje y el plagio, y aunque indudablemente hay elementos de franquicias como «Alien» presentes, queda bastante reducido en comparación, sintiéndose como un mundo mucho más original. De igual forma, la banda sonora es espectacular, por un lado por la música original la cual brindó una genial atmósfera a la escena, y por otra parte el uso de música popular que al igual que en la primera temporada volvió algunos momentos en verdedaramente memorables.
Diría que la trama se demora en partir por sí misma, ya que los primeros capítulos se toman su tiempo en introducir el conflicto como tal, pues al principio la problemática está reducida a las visiones de Will, para después pasar a mayores. Por lo mismo, se pierde el misterio inmediato que la primera temporada tuvo en que desde el primer capítulo quedaba claro cual era el enigma que tenía que ser resuelto. Dicho eso, una vez se instaura el conflicto, la serie es un carrusel de emociones y enigmas (exceptuando el capítulo de Eleven, lo siento fanáticos). Por otra parte, el show pierde un poco de frescura al ser la segunda temporada, ya que este universo no se presenta a sí mismo como nuevo ahora, pero esto es algo completamente esperable cuando estamos hablando de una secuela.
Además, muchos elementos que la primera temporada habían quedado dando vueltas, son resueltos de forma satisfactoria. En sí esta serie finaliza bastante bien por sí misma, aunque deja la suficiente cantidad de cabos sueltos como para tenernos esperando una tercera temporada, la cual sí, estoy ansiando con ganas. La mitología es lo suficientemente grande como para poder explotar este mundo por un buen tiempo más, y la temporada por sí sola crece bastante respecto a lo que llegamos a aprender sobre este lugar.
Hay un enfoque mucho más dirigido al terror de lo que es la ciencia ficción, en lo cual la primera temporada se especializó. Y los elementos de suspenso fueron puestos en escena de forma meticulosa y entretenida, pocas veces se optó por técnicas flojas, creando verdadera tensión entre los personajes y los hechos que iban ocurriendo. La influencia de los filmes de horror de la época es notoria y a su vez es muy entretenido ver este tipo de tópicos ser puestos sobre la pantalla, se nota que hay un honesto cariño por el género. Los hermanos Duffer, creadores del show, fueron los que más brillaron tanto al escribir como dirigir capítulos, especialmente en los dos últimos, los cuales dieron para un cierre espectacular.
Sí les gustó la primera temporada, entonces hay poco acá que pueda reducir su amor por este grupo de personajes y sus aventuras paranormales. La serie es enigmática y tenebrosa, una serie de tensos sucesos que te tienen siempre esperando por más. Con esta nueva adición «Stranger Things» continúa coronándose como una de las mejores series del momento, entretenida, vigorizante y llena de vida. Una serie que revitaliza los géneros de los cuales se influencia y les da una nueva posición en esta nueva década.
Nota: 9/10, Una Maravilla.
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