Review: Foster the People – Sacred Hearts Club. «Experimental, pero tradicional»
Álbum: «Sacred Hearts Club»
Lanzamiento: 21 de Julio del 2017
País: Estados Unidos
Duración: 41 minutos
Discográfica: Columbia Records
Género: Indie Pop, Pop, Indie Electrónica, Synthpop.
Corría el año 2011 cuando un trío de jóvenes estadounidenses dominaron el mundo con su álbum «Torches» gracias a la tonelada de hitazos que lo componían («Pumped Up Kicks», «Houdini», «Helena Beat»). Cosa que le permitió al grupo tener una constante presencia en la radio e incluso en múltiples festivales (entre ellos el Lollapalooza de Chile del año siguiente), lo que hacía parecer que todo sería dulce para los Foster the People, pero con la llegada de su segundo disco «Supermodel« el año 2014, a pesar de que en lo personal fue un álbum que me gustó mucho, tuvo un recibimiento bastante decepcionante tanto por parte del público como de los críticos y así es como parecía que el sueño de los Foster mostraba haberse reducido a unos 15 minutos de fama.
Desde el debut de los estadounidenses que he seguido la carrera del grupo con mucha pasión, habiéndolos visto en sus dos presentaciones en el Lollapalooza de Chile, me considero un gran admirador de su trabajo. Me agrada mucho su mezcla de electrónica, pop e indie, la cual le brinda al grupo un sello bastante característico, y algo que se le criticó mucho a su segunda placa fue el ser bastante más experimental y pretenciosa que su debut, el cual era una senda de éxitos pop tradicionales. No es que el disco fuera mejor o peor por ser más arriesgado, pero muchas veces salirse del sendero produce un par de momentos incómodos.
Previo al lanzamiento de «Sacred Hearts Club» (grandioso nombre por cierto), se publicó un EP titulado «III» con tres temas que finamente terminarían apareciendo en el tercer álbum: «Pay the Man», «Doing It for the Money», «SHC». Al escucharlo no me sentí particularmente maravillado, especialmente porque la segunda canción, siendo la más popularizada, carecía de la esencia que me hace amar a los Foster. Sin embargo con unas cuantas escuchadas más empecé a sentir un gran agrado por estos temas y ahí fue donde pillé el gusto por lo que después sería este disco.
Algo que se puede siempre decir positivamente de los Foster es el como cada álbum lo han hecho sentir como una experiencia distinta, aún cuando conservan una esencia indie-electrónica constante en toda su carrera, han sabido darle matices distintos que me hacen diferenciar cada disco.
En un mundo en que el pop siempre ha sido, valga la redundancia, de los géneros más populares, es controversial hablar de experimentación, ya que por un lado el público puede no entender o no agradarle el cambio, y por otra parte los críticos pueden sentir esta medida como un intento desesperado por diferenciarse sin mérito. Con una primera escuchada de este disco, mucho se siente fuera de lugar y hasta pretencioso, pero tal como un gusto adquirido, el álbum empieza a agarrar fuerza conforme se le va dando más oportunidades de brillar.
En «Pay the Man» hay un juego de sonidos, ritmos y géneros que aunque no llega al nivel de Twenty One Pilots, es lo suficientemente atrayente para ser la mejor canción del álbum en forma definitiva, es entretenida y poco convencional, mientras que al mismo tiempo curiosa y bailable.
Luego en «Doing It for the Money» es donde me pillo más incómodo, puedo ver el porqué su ritmo y coro la hacen la canción más popular del álbum a la fecha, pero lamentablemente siento que es más radial de lo que es entretenida, me he visto tarareando el estribillo, pero más que eso no puedo decir de forma positiva de la canción, su estructura y progresión no me permiten amarla. «Sit Next to Me» ofrece quizá el momento pop más tradicional de todo el disco y al mismo tiempo el más del montón, la canción es buena, relajante en su composición, pero no ofrece nada nuevo, no puedo decir que es olvidable a pesar de poseer todos los componentes para serlo ya que su ritmo bailable se mete en tu piel de forma sencilla.
Eso es algo que hace al disco bastante curioso, y es que aún cuando muchas de estas canciones puedo etiquetarlas como poco brillantes, no dejan de ser buenas canciones, que escuche de forma constante y que me tengan paulatinamente volviendo a oírlas, así que por lo bajo debo admitir a todo el mundo que este álbum funciona muy bien como una pieza de entretención más allá de las pretenciones artísticas.
En «SHC» se da para uno de los momentos más indies del disco. Alejándose (en lo posible) de la electrónica, desde la guitarra en la introducción, hay un constante recuerdo del «Torches» lo que asumo contentará a muchos fanáticos, y que siendo sincero la hacen de las canciones más motivantes del disco, con una estructura convencional, pero funcional. «I Love My Friends» ofrece igual un ritmo tradicional y limpio, dando para un momento agradable.
Al ir escuchando estas canciones son realmente pocas las que me vuelan la cabeza, pero algo que sí admiro mucho esta producción es la cohesión entre temas. La calidad es más o menos la misma en todo el disco y no hay puntos que pueda apuntar y señalar como «bajos». El disco en sí quizá peca de no poseer temas excepcionales, pero creo que hace un buen trabajo al ser un disco conciso que puede ser escuchado de inicio a fin.
A pesar de que he señalado el como este disco ofrece una mirada más experimental, no quiero que se queden con ese termino como adjetivo absoluto del disco, ya que mucho acá es pop-electrónica tradicional. Canciones como «Static Space Lover» se enorgullecen de su sonido indie más normalizado, y en sus toques de electrónica podemos ver una influencia directa de los últimos trabajos de grupos como Tame Impala, un sonido neo-psicodélico bien logrado, mientras «Lotus Eater» presenta un momento más cercano el rock, pero con una progresión chillante que vuelve al tema uno de mis favoritos del álbum.
Las letras, si bien a veces confusas, son bastante atrayentes de analizar, Mark Foster es un genial compositor aún cuando a veces su intento de escribir versos profundos quede flotando en el aire como mera pretensión, cuando hace las cosas bien, las hace muy bien. Incluso cuando la música no lo acompaña podemos sacar algo positivo de las estrofas que son enunciadas, aunque algunas de ellas puedan sonar como simple charlatanería.
El líder y compositor del grupo ha declarado que antes de formar el grupo había trabajo haciendo jingles así que «conoce la técnica para hacer canciones pegajozas», recurso que utilizó mucho en su primer trabajo y por lo que estas últimas dos producciones han diferido tanto de ese proyecto original, al buscar contentarse más a sí mismo que a su público. Aún cuando puedan no gustarte estas canciones, valoro mucho el que el músico haga lo que siente que es ser honesto consigo mismo.
El álbum está muy bien ensamblado, con el juego que se hace con la electrónica es necesario hacer un buen equilibrio para que la esencia no se pierda frente a tanto procesamiento. Me gusta mucho la presencia que se le da al bajo el cual junto a una batería marcan ritmos y melodías de forma más primordial que incluso la guitarra. Los sintetizadores tiene su lugar dando el ambiente pop que el disco está buscando.
Creo que al final es donde «Sacred Hearts Club» más se cae, no porque baje la calidad de los temas, sino que porque simplemente es poco lo que puedo agregar en este punto del disco ya que las tres canciones que cierran el disco tiene un sonido muy genérico, «Loyal Like Sid & Nancy« llega a abusar de la electrónica y ya cerrando la música suena más como sonido de ambiente que como canciones que escucharía individualmente, funcionan como disco, pero no me veo oyendo estos temas de forma independiente.
Realmente la gran conclusión de este disco llega como un gran conflicto, ya que por un lado el disco parece ser experimental, pero tradicional, y es que es ese juego el que hace de este álbum algo disfrutable, no creo que sea tan bueno como los trabajos previos de la banda, pero hace lo suyo para mantenerse como un trabajo sólido y entretenido. Quizá no revitalice al grupo tanto como para ponerlos en el pedestal que estuvieron hace unos seis años, pero espero que esto sea un paso para que en unos años den en el clavo que los vuelva a poner en la palestra que tanto se merecen.
Especial Atención a: «Pay the Man», «SHC», «Static Space Lover», «Lotus Eater».
Nota: 7/10
Tracklist:
- Pay the Man – 3:53
- Doing It for the Money – 3:46
- Sit Next to Me – 4:03
- SHC – 4:08
- I Love My Friends – 3:45
- Orange Dream – 1:20
- Static Space Lover – 4:00
- Lotus Eater – 3:02
- Time to Get Closer – 0:57
- Loyal Like Sid & Nancy – 4:40
- Harden the Paint – 3:54
- III – 4:09