[Opinión] La Educación Sigue en Crisis
Imagina que un día la Universidad de Chile se desfalca y es condenada a cerrar inmediatamente obligándote a buscar un nuevo establecimiento para poder estudiar. Imagínate además, que el Estado se compromete a reubicarte pero sin una idea clara de cómo ni dónde hacerlo. Esto es lo que hoy en día están viviendo las y los estudiantes de la UARCIS y la Universidad Iberoamericana, donde la falta de respuesta del MINEDUC respecto a los criterios que se utilizarían para reubicar a los estudiantes que han quedado a la deriva, está a la orden del día. Luego del irresponsable manejo del cierre de la Universidad del Mar, donde alrededor de 1.000 estudiantes no fueron reubicados, la CONFECh ha sido tajante en la necesidad de establecer procesos y crear procedimientos claros que no dejen en la incertidumbre a las comunidades afectadas. El cierre de la ARCIS es inminente dado el poco esfuerzo del MINEDUC por evitar esta debacle, lo que nos deja ante algunas posibilidades.
Por un lado, la comunidad de la Universidad ARCIS exige, con razón, la continuidad de su proyecto educativo, cosa que pareciera no ser posible a la luz de los hechos. En segunda instancia, y aceptando que lo anterior no es posible, pasamos a hablar de la reubicación, surgiendo aquí la interrogante ¿dónde se reubicará a las y los estudiantes afectados? Esta pregunta abre una discusión cuya resolución terminará por dejar de manifiesto los intereses del gobierno, pues las posibilidades son; reubicar a la totalidad del estudiantado en universidades estatales o «públicas»; reubicar a la totalidad del estudiantado en universidades privadas «no públicas»; o reubicar de manera arbitraria en las instituciones que más acomode sin utilizar ningún criterio de fondo.
Todo parece indicar que el gobierno reubicará a las y los afectados de manera azarosa sin importar el carácter de las instituciones ¿por qué supone esto un problema? Porque al igual que lo que ha sucedido con todas las reformas impulsadas en materia de educación por el ejecutivo, nuevamente no se promueve una visión de la educación como motor de desarrollo país, sino que por omisión se avala una visión individualista de la educación. Notemos que ambas visiones son dicotómicas, por un lado entender la educación como una necesidad de la nación implica tener líneas estratégicas para el desarrollo país, es decir, formar profesionales cuyas competencias estén orientadas a las necesidades de la sociedad. Mientras que por el otro, la educación representa únicamente un medio para que cada individuo subsista con mejores condiciones en el mercado laboral. Esto en nuestra realidad país ha desembocado en la proliferación indiscriminada de instituciones que buscan un negocio en la educación obviando la calidad formativa y así estafando a muchas familias con una promesa vacía de ascenso social.
Es el rol de las universidades públicas, vale decir las estatales y el G3 (Universidad Austral, Universidad de Concepción y la Santa María), representar el primer modelo otorgando el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad, y acoger a esos estudiantes. Por tanto, la decisión que tome el gobierno pondrá de manifiesto una posición en torno a estos dos modelos y esto se plasmará en la reforma. Como tal, el corazón de esta debe ser la expansión de la educación pública a través del aumento de la matrícula de universidades públicas, un aumento en fondos basales estatales a estos proyectos educativos, y de dar justicia a quienes han sido excluidos de este derecho social.
Debemos tener la capacidad de proponer una solución a la situación por la que está pasando la Arcis y otras universidades, tensando a los actores políticos y sociales pertinentes. Desde distintos actores ya han existido iniciativas interpelando a diferentes autoridades y a la comunidad universitaria para solventar la solución, como ha sido el caso de la carta entregada por la CONFECh y la FEUARCIS al gobierno, y la carta abierta de la secretaría ejecutiva de la FECh. Por todo esto es que estamos saliendo a marchar este 11 de abril, no podemos seguir permitiendo que cada vez más estudiantes sean víctimas del engaño que el modelo educacional actual ha perpetuado estos últimos 40 años.
Centro de Estudiantes de Ingeniería
Gustavo Lagos, Representante Departamental de Geología